16.2.05

El hombre breve

Para llegar a nuestro mundo, F, el hombre breve, sólo necesitó seis meses de gestación. El médico que asistió a su madre en el parto todavía no se explica cómo aquel sonrosado bebé no necesitó ir directo a la incubadora. Era aquél un niño completamente desarrollado; tres meses más ahí dentro –hasta cumplir los nueve reglamentarios– y el vientre de su madre hubiera reventado. Pero mayor fue aún el asombro del médico cuando tras las preceptivas palmadas en el trasero para arrancarle el primer llanto, aquel recién nacido se le encaró y dijo: Eso sobraba, doctor.

No hay comentarios: